Ahora! Libro gratis para leer en línea ✅
  • Home
  • Todos los libros
    • Libros más populares
    • Libros de tendencia
    • Libro mejor calificado
  • BLOG
Advanced
Sign in Sign up
  • Home
  • Todos los libros
    • Libros más populares
    • Libros de tendencia
    • Libro mejor calificado
  • BLOG
  • Adult
  • Bestseller
  • Romanticas
  • Fantasía
  • Ciencia ficción
  • Thriller
  1. Home
  2. La guía secreta de la Hermandad de la Daga Negra
  3. Capítulo 63
Prev
Next

Tiburón devorando la cola de Orca. ¡Vaya ayuda!

CAPÍTULO 24

‡ ‡ ‡

… El hombre estaba apretando cada vez más a la Hermandad, organizando turnos y tratando de convertir en soldados a cuatro indisciplinados como V, Phury, Rhage y Z. Por eso no era de extrañar que siempre tuviese ojeras y cara de estar doliéndole la cabeza.

CAPÍTULO 24

‡ ‡ ‡

Phury encendió un porro y miró los dieciséis botes de Aqua Net que estaban alineados sobre la mesa de centro de Butch y V.

—¿Qué estáis haciendo con esos botes de fijador para el pelo? ¿Habéis decidido vestiros de mujer?

Butch levantó el trozo de PVC en el que estaba haciendo un agujero.

—Bodoqueras, amigo mío. Lanzapatatas. Toda una fiesta.

—¿Perdón?

—¿Acaso nunca fuiste a un campamento de verano?

—Tejer cestas y tallar madera son actividades humanas. Sin ánimo de ofender, nosotros tenemos mejores cosas que enseñarles a nuestros jóvenes.

—La vida comienza cuando uno participa en un robo de calzoncillos a medianoche. Pero lo bueno llega cuando se pone la patata en este extremo, se llena la base con fijador y…

—Y luego lo enciendes —gritó V desde su habitación. Salió vestido con una bata y secándose el pelo con una toalla—. Hace un estruendo enorme.

—Un estruendo enorme —repitió Butch.

Phury miró a su hermano.

—V, ¿ya habías hecho esto antes?

—Sí, anoche. Pero la bodoquera se atascó.

Butch maldijo.

—La patata era demasiado grande. Malditos agricultores de Idaho. Esta noche vamos a ensayar con patatas más pequeñas. Va a ser genial. Desde luego, la trayectoria puede ser un problema…

—Pero en realidad es como el golf —dijo V y arrojó la toalla sobre una silla. Se puso un guante en la mano derecha, el cual ocultó los tatuajes sagrados que la cubrían desde la palma hasta los dedos y también el dorso—. Me refiero a que debes pensar en el arco que hace la pelota en el aire…

Butch asintió vigorosamente.

—Sí, es como el golf. El viento desempeña un papel importante…

—Esencial.

Phury siguió fumando durante otro par de minutos, mientras ellos seguían intercambiando comentarios. Después de un rato se sintió obligado a decir:

—Vosotros dos pasáis demasiado tiempo juntos. ¿Sabéis a qué me refiero?

V sacudió la cabeza y miró al policía.

—El hermano no aprecia mucho este tipo de cosas. Nunca lo ha hecho.

—Entonces apuntemos a su cuarto.

—Cierto. Y como su cuarto da al jardín…

—¡Excelente!

CAPÍTULO 29

‡ ‡ ‡

Tohr se rió.

—Sí, a mí tampoco me gusta todo ese asunto de andar hablando de lo que sentimos… ¡Ay! Wellsie, ¿qué te pasa?

CAPÍTULO 30

‡ ‡ ‡

Puso la botella sobre la mesa que tenía al lado y levantó la mano enguantada.

—Después de todo, esta cosa todavía brilla como una lámpara. Y hasta que no pierda esa asombrosa lucecita, supongo que todo estará normal. Bueno… normal para mí.

CAPÍTULO 33

‡ ‡ ‡

Phury se puso unos pantalones de chándal.

—¿Quieres algo de comer? Voy a la cocina.

Los ojos de Butch resplandecieron de interés.

—¿Realmente estás pensando subir la comida aquí? ¿Y yo no tendré que moverme?

—Me deberás una, sí, pero tengo ganas de hacerlo.

—Eres un sol.

Phury se puso una camiseta encima.

—¿Qué quieres?

—Lo que haya. ¿Por qué no te traes todo el refrigerador? Me estoy muriendo de hambre.

CAPÍTULO 34

‡ ‡ ‡

—Entonces, ¿por qué tienes esa venda en el estómago?

—Hace que mi trasero parezca más pequeño.

CAPÍTULO 39

‡ ‡ ‡

—No quiero ir.

—Bueno… como diría Vishous, vas a ir por las buenas o por las malas, tú decides.

CAPÍTULO 41

‡ ‡ ‡

Phury estaba acostado en una cama inmensa y tenía cables y tubos por todas partes, como si fuera el panel de control de una central telefónica.

Enseguida giró la cabeza.

—Z… ¿qué haces levantado?

—Joderle la vida al equipo médico. —Cerró la puerta y comenzó a caminar hacia la cama—. De hecho, son bastante rápidos.

CAPÍTULO 47

‡ ‡ ‡

No hubo ninguna respuesta, así que Z volvió a mirar a Phury… justo cuando le corría una lágrima por la mejilla.

—¡Ah… demonios! —murmuró Z.

—Sí. ¡A la mierda! —Otra lágrima salió de los ojos de Phury—. ¡Maldición! ¡Debo tener una fuga o algo así!

—Muy bien, prepárate.

Phury se restregó la cara con las palmas de las manos.

—¿Por qué?

—Porque… creo que voy a tratar de abrazarte.

Phury dejó caer las manos, mientras miraba a su hermano con una expresión de desconcierto.

Sintiéndose como un completo idiota, Z se acercó a su gemelo.

—Levanta la cabeza, maldición. —Phury levantó el cuello y Z deslizó el brazo por debajo. Los dos se quedaron inmóviles, en esa posición tan extraña—. Fue mucho más fácil cuando estabas desmayado en la parte de atrás de esa camioneta, ¿sabes?

—¿Eras tú?

—¿Creíste que era Papá Noel o algo así?

CAPÍTULO 47

‡ ‡ ‡

Butch suspiró aliviado.

—Escucha, hermano, hazme un favor. No vuelvas a hacer algo como esto, creo que tengo derecho a decidir lo que quiero hacer… —Luego sonrió—. Y todavía no somos pareja.

CAPÍTULO 47

Amante confeso

En cuanto finalizó, el dragón miró alrededor hasta dar con V, lanzó un gruñido hacia las tribunas y después soltó un bufido.

—¿Has acabado ya, muchacho? —le dijo V—. Para tu información, el palo de esa portería podría servirte como mondadientes.

CAPÍTULO 2

‡ ‡ ‡

—Seguro. Por ahora estoy analizando la posibilidad de convertirme en contratista de la construcción. Quería ver cómo habían hecho este baño. Han hecho una labor excelente con los azulejos, de veras. Te recomiendo que lo compruebes por ti mismo cuando tengas un momento.

—Bien, pero ¿qué tal si mientras tanto te llevo hasta la cama?

—Un momento. Primero quiero inspeccionar las tuberías del lavabo.

La sonrisita de complicidad de V estaba cargada de respeto y cariño.

—Por lo menos déjame ayudarte un poco.

—No, yo puedo hacerlo. —Con un gruñido, Butch apoyó las manos en el suelo para levantarse, pero enseguida tuvo que recostarse en la taza del inodoro. Mover la cabeza le resultó un esfuerzo casi insoportable. Sólo necesitaba un momento para recobrarse, digamos, una semana, o tal vez diez días…

—Vamos, poli. Llora en el hombro de este amigo y déjate ayudar.

Repentinamente, Butch se sintió demasiado cansado para responder, muy flácido y acabado. Marissa lo miraba con preocupación y él pensó con cierta extrañeza en lo debilucho que parecía en comparación con ella. Mierda, al menos no se le había abierto la bata al caer.

CAPÍTULO 9

‡ ‡ ‡

—Por lo menos sabes que estuviste con los restrictores, ¿no?

Butch alzó uno de sus magullados brazos.

—Yo pensaba que había ido a un salón de belleza con Elizabeth Arden.

CAPÍTULO 9

‡ ‡ ‡

Pero Butch reculó cuando V levantó su mano y empezó a quitarse el guante:

—¿Qué me vas a hacer?

—Confía en mí.

La risa nerviosa de Butch sonó como un ladrido.

—La última vez que me dijiste eso terminé bebiéndome un cóctel para vampiros, ¿ya lo has olvidado?

—Ese cóctel te salvó el culo, compañero. Gracias a él te pude localizar.

Butch comprendió entonces por qué le había dado V aquella bebida.

—Está bien, venga, cúrame.

V acercó la mano resplandeciente. Butch hizo una mueca de disgusto.

—Relájate, poli. No te va a doler.

—Te he visto carbonizar una casa con esa puta mano.

—Prueba de que es una mano mágica. Serénate, mis actividades de pirómano son asunto del pasado.

CAPÍTULO 33

‡ ‡ ‡

Marissa tiró de la sábana. Buen Dios, su sexo era…

—Es… enorme.

Butch soltó una carcajada.

—Qué cosas tan bonitas me dices, nena.

CAPÍTULO 12

‡ ‡ ‡

—Hombre —refunfuñó Rhage—, en este sitio alguien está enamorado de Hallmark.

CAPÍTULO 14

‡ ‡ ‡

—Cuando las hembras te atan, ¿te pintan las uñas de los pies y toda esa mierda? ¿O sólo te maquillan? —V rió. El poli agregó—: Espera, deja que lo adivine… ¿te hacen cosquillas con una pluma?

CAPÍTULO 15

‡ ‡ ‡

Antes de que Butch se diera cuenta de lo que hacía su amigo, V le agarró el antebrazo, se agachó y lamió el corte. La herida se cerró en un segundo, como si nunca hubiera estado allí.

Butch pegó un tirón y se soltó.

—¡Estás loco, V! ¿Y si la sangre está contaminada?

—Está exquisita. Sólo que… ¡joder!

Vishous se tambaleó jadeó y se derrumbó contra la pared, retorciéndose.

—¡Oh, Dios! —Butch iba a gritar para llamar a todo el mundo, aterrorizado, cuando vio que, de pronto, a V se le pasaba el ataque. El vampiro le dedicó a su amigo una inocente sonrisa y se tomó un trago de whisky como si nada.

—Estás bien, poli. Tu sangre sabe a lo que sabe la sangre. Perfectamente. Está bien para un ser humano, que, sinceramente, no está en mi lista de preferencias, ¿me entiendes?

Le pegó un amistoso puñetazo en el brazo. Butch blasfemó y le devolvió el golpe.

Asombrado, Vishous se sobó el punto donde había recibido el golpe.

—Joder, poli.

—Te lo mereces.

CAPÍTULO 20

‡ ‡ ‡

—Mierda… es verdad. Perdona.

—¿Podemos saltarnos la parte de «perdona»? Te prefiero cuando te disculpas menos y golpeas más.

CAPÍTULO 20

‡ ‡ ‡

—V, tú sabes que yo te quiero como a un hermano, ¿verdad?

—Sí.

—Si la alimentas, te corto tu jodida garganta.

CAPÍTULO 22

‡ ‡ ‡

—Así me gusta, es lo que quería oír. —El Reverendo se deslizó a la cabina y sus ojos color amatista inspeccionaron la sección vip. Tenía buen aspecto: traje negro y camisa de seda; su corte de pelo al estilo mohawk era una oscura franja desde la frente a la base del cráneo—. Tengo noticias para compartir.

—¿Te vas a casar? —preguntó Butch mientras ingería la mitad de su nuevo whisky.

—No me jodas, Butch. —El Reverendo se abrió la chaqueta y, en un relámpago, mostró la forma de un arma.

—Qué caniche disparador tan bonito tienes ahí, vampiro.

—Vete al infierno…

V los interrumpió.

—Parece que estáis en un partido de tenis, y los deportes con raqueta me aburren sobremanera. ¿Cuáles son las noticias?

Rehv miró a Butch.

—Este hombre destaca por sus fenomenales habilidades personales, ¿verdad?

—Si te parece, vete a vivir con él.

CAPÍTULO 22

‡ ‡ ‡

—Eres como una patada en el culo.

—Un burro llamando asno a otro burro.

CAPÍTULO 29

‡ ‡ ‡

Cuando la palma de la mano de su compañero aterrizó en su pecho desnudo, sintió un peso caliente. Butch frunció el ceño.

¿Esto era todo? Aterrorizar a Marissa por nada…

Miró hacia abajo y entonces se puso muy nervioso. La mano de V refulgía en su pecho.

CAPÍTULO 33

‡ ‡ ‡

—Marissa —dijo entre dientes y le cogió la mano—. No quiero verte beber tanto. —Espera, no, realmente el que se había sobrepasado era él—. Eh… no me veas beber tanto… ¿quieres?

Lo que fuera, Dios santo… estaba tan confundido.

CAPÍTULO 34

‡ ‡ ‡

Wrath sonrió ampliamente, los dientes muy blancos.

—¿Qué pasa… primo?

Butch arrugó la frente.

—¿Qué…?

—Así es. Hay algo mío dentro de ti, poli. —La sonrisa de Wrath se prolongó mientras se ponía las gafas—. Desde luego, siempre supe que eras de la realeza. Sólo que no pensé que fueras a ser nuestro grano en el culo, eso es todo.

CAPÍTULO 34

‡ ‡ ‡

Butch se volvió a la Virgen Escribana.

—¿Tiene alguna idea de lo aliviado…?

Marissa jadeó. V se adelantó y abofeteó a Butch con su mano enguantada, lo inmovilizó y le silbó al oído:

—¿Quieres que te frían como a un huevo, compañero? No hagas preguntas…

—No te preocupes por él, guerrero —intervino la Virgen Escribana—. Era lo que deseaba oír.

V soltó a Butch.

—Ten cuidado.

—Lo siento —le dijo Butch a las vestiduras negras—. Pero yo sólo… yo me alegro de saber lo que hay en mis venas. Y honestamente, si muero hoy, moriré agradecido por haber sabido finalmente quién soy. —Le cogió la mano a Marissa—. Y también por saber a quién amo. Y si es en este lugar donde mi vida acabará al cabo de tantos años perdidos, diría que mi tiempo no ha sido malgastado.

Hubo un larguísimo silencio. Luego la Virgen Escribana dijo:

—¿Te entristece haber dejado a tu familia humana?

—No. Ésta es mi verdadera familia. Los que están aquí y ahora conmigo y los que viven conmigo en el complejo. ¿Para qué necesitaría a alguien más? —El ruidoso coro de maldiciones que se produjo en la sala,

Prev
Next
  • Privacy Policy
  • About Us
  • Contact Us
  • Copyright
  • DMCA Notice

© 2020 Copyright por el autor de los libros. All rights reserved.