podía ocurrirme y ahora ya no tengo que preocuparme por eso.
Amor más grande: Bueeeno…
Cita favorita: «Rhage es un absoluto imbécil».
Bóxer o calzoncillos: Desnudo.
Reloj de pulsera: Deportivo de Nike, color negro.
Coche: Escalade, negro, lo comparto con el policía.
¿Qué hora es en estos momentos?: 9.42 a. m.
¿Dónde te encuentras?: En la Guarida, frente a mis Cuatro Juguetes.
¿Qué llevas puesto?: Máscara de cuero, mordaza, un arnés con cadenas, tanga de látex, esposas y unos ganchos de metal, cuya ubicación estratégica sólo mencionaré si lo preguntas de buena manera. No, mentira. Camiseta negra sin mangas y sudadera de nylon.
¿Qué clase de ropa hay en tu armario?: Pantalones de cuero, camisas, botas de combate y armas.
¿Qué fue lo último que comiste?: Acabo de arrancarle la cabeza a Rhage de un mordisco. ¿Eso cuenta?
Describe tu último sueño: Era sobre Rehvenge. Así que no es de tu incumbencia, ¿de acuerdo?
¿Coca-Cola o Pepsi-Cola?: Coca.
¿Audrey Hepburn o Marilyn Monroe?: Ninguna de las dos.
¿Kirk o Picard?: Los dos.
¿Fútbol o béisbol?: Béisbol.
La parte más sexy de una hembra: Te diré cuál es la parte más sexy de Jane: su carácter.
¿Qué es lo que más te gusta de Jane?: Su mente.
Las primeras palabras que te dirigió Jane: «¿Me va a matar?».
Tu respuesta fue: «No».
Último regalo que le hiciste: No fue nada especial.
Lo más romántico que has hecho por ella: No me gusta el romanticismo. Es empalagoso.
Lo más romántico que ella ha hecho por ti: No lo sé. Como ya te he dicho, no me gustan las cosas románticas. Mierda… Bueno, supongo que es lo que ella hizo con una cosa que le hice, aunque no era nada especial. Sólo es un collar hecho con aros de oro… Verás, por alguna razón, a Jane le gusta mucho mi nombre. La manera como se escribe. Así que tomé los caracteres de la Lengua Antigua y les di forma de aros para hacer un collar, abajo, en mi taller de forja. Quería que la cadena fuera lo suficientemente delicada para que Jane no sintiera que tenía una soga al cuello, pero que de todas maneras se pudiera leer… Joder, me llevó una eternidad dar con el peso y el diseño correctos. Terminé teniendo que escribir mi nombre dos veces y todavía no era suficientemente largo, así que añadí en el centro el nombre de Jane, escrito en caracteres antiguos, de manera que queda rodeada por mí. En fin. Ella nunca se lo quita.
¿Le cambiarías algo a Jane?: Sí, pero es privado.
Mejor amigo (aparte de tu shellan): Butch, luego ese idiota de Rhage. Además me llevo bien con Wrath, cuando no nos queremos matar.
Última vez que lloraste: Ya, como que voy a responder a eso.
Última vez que te reíste: No lo sé, darle una paliza a Rhage fue divertido… me dejó una sonrisa en la cara, ¿no?
Entrevista con Vishous
Después de lanzar el último cohete en los jardines del complejo, Butch y yo nos echamos la mochila a la espalda y llevamos a Edna de regreso a la mansión, donde pasamos cerca de quince minutos escarbando en el rosal para recuperar los cohetes. Después de que encontráramos los cuatro y les quitáramos los paracaídas, entramos a la biblioteca y Butch me dio un abrazo. Huele deliciosamente.
Butch: Él te está esperando en el sótano.
J. R.: No tengo muchas ganas de hacer esto.
Butch: [Sonríe]. Él tampoco. Pero, míralo de este modo, podría ser peor. Podrías tener que escribir otro libro sobre él.
J. R.: [Me río]. Cierto.
Me despido, cruzo el vestíbulo y entro al comedor, que ya está ordenado. Al otro lado de la puerta giratoria que lleva a la cocina, Fritz, el extraordinario mayordomo, está limpiando la plata con otros dos doggen. Converso un poco con ellos y termino tratando de esquivar ofertas de algo de comer o beber. Pero no tengo éxito. Cuando bajo hacia el sótano, llevo una taza de café y un panecillo de uvas pasas recién horneado, envuelto en una servilleta de damasco. El panecillo está delicioso y el café, tal y como me gusta: supercaliente y con un poquito de azúcar.
Al final de las escaleras miro a izquierda y derecha. El sótano es enorme, con grandes espacios interrumpidos por cuartos de almacenamiento y la tubería de la calefacción central. No tengo idea de dónde puede estar V y aguzo el oído, con la esperanza de saber hacia qué lado debo dirigirme. Al principio lo único que oigo es el sonido del antiguo horno de carbón, pero luego alcanzo a oír un golpe.
No es rap. Es el tintineo de una pieza de metal contra otra.
Sigo el sonido hasta el fondo del sótano. Tardo cerca de cinco minutos en llegar a donde está V y mientras tanto me termino el panecillo y el café. Al tiempo que avanzo, trato de pensar en qué demonios le voy a preguntar a Vishous. Él y yo no nos llevamos tan bien, en realidad, así que me imagino que la entrevista va a ser breve y no muy agradable.
Cuando salgo de la última curva del pasillo, freno en seco. V está sentado en un sólido banco de madera, vestido con una pesada zamarra de cuero y una camiseta sin mangas. Frente a él hay un yunque sobre el que reposa una hoja de daga ardiendo, que él sostiene con unas pinzas. Tiene en la mano resplandeciente un martillo romo y está golpeando la punta de la hoja. Lleva un cigarrillo en los labios y mi nariz registra el olor a madera del tabaco turco, el olor acre del metal caliente y un aroma a especias exóticas.
Vishous: [Sin levantar la mirada]. Bienvenida a mi taller.
J. R.: Así que aquí es donde haces las dagas…
La habitación en forma de horno tiene cerca de siete metros por siete y paredes de cemento pintadas de blanco, como el resto del sótano. Hay velas negras encendidas por todo su alrededor y al lado del yunque se ve una vieja olla de bronce llena de arena brillante. Detrás de V hay una pesada mesa de roble sobre la que se encuentra una variedad de dagas en distintas etapas de creación; algunas tienen sólo la hoja y otras también la empuñadura.
V se da la vuelta y mete entre la arena la hoja de metal que todavía está roja, y yo me sorprendo al ver lo fuerte que es. Sus hombros son todo músculo, al igual que sus antebrazos.
Mientras espera, suelta una columna de humo que brota de sus labios y apaga el cigarro en el borde de un cenicero negro.
Me siento incómoda en su presencia. Siempre ha sido así. Eso me entristece.
V: [Sin mirarme]. Así que sobreviviste a la rutina del hombre de los cohetes con el policía.
J. R.: Sí.
Me quedo mirándolo, mientras saca la hoja de la arena y la limpia con un trapo grueso. El trozo de metal tiene una forma y un grosor irregulares y es evidente que la daga apenas se halla en las primeras etapas del proceso de creación. V la examina, dándole vueltas, y cuando frunce el ceño los tatuajes de su sien se acercan más al ojo. Luego deja el martillo sobre la mesa y vuelve a tomar la hoja de metal con su mano resplandeciente. Se ve un resplandor, que genera una serie de sombras alrededor de la luz de las velas, y se oye un siseo que atraviesa el aire.
Cuando quita la mano, la hoja de metal tiene un color naranja brillante y V la vuelve a poner sobre el yunque. Toma el martillo y golpea el metal candente una y otra vez, mientras que el sonido metálico resuena en mis oídos.
J. R.: [Mientras se detiene un momento para mirar la hoja]. ¿Para quién estás haciendo esa daga?
V: Para Tohr. Quiero tener listas sus dagas.
J. R.: ¿Va a volver a pelear?
V: Sí. Todavía no lo sabe, pero sí.
J. R.: Estaréis muy contentos de que haya regresado.
V: Sí.
Vishous agarra de nuevo la hoja de la daga con su mano resplandeciente y luego vuelve a golpearla. Al cabo de un rato, mete la hoja metálica en la arena de nuevo y termina de fumar otro cigarro.
Cuando apaga el cigarro, me siento como una intrusa y además me doy cuenta de que tampoco estoy haciendo lo que he ido a hacer. Mientras el silencio se extiende, pienso en todas las preguntas que podría hacerle, como… ¿Qué piensa de que Jane sea un fantasma? ¿Le preocupa que no pueda tener hijos? ¿Cómo están las cosas con su madre? ¿Cómo es estar comprometido con una sola persona? ¿Extraña sus prácticas sadomasoquistas? ¿O todavía las realiza con Jane? Y ¿qué pasa con Butch? ¿Su relación ha cambiado?
Pero sé que las respuestas no fluirán con facilidad y los silencios después de cada pregunta se irán haciendo cada vez más profundos.
Lo observo mientras trabaja la daga, alternando el calor y los golpes, hasta que evidentemente se siente satisfecho con el resultado y pone la daga sobre la mesa de roble. Me pregunto si será ése el momento en que la entrevista va a empezar de verdad… Pero V se levanta y se dirige hacia unos trozos de metal que tiene en el rincón. Me doy cuenta de que va a comenzar otra daga.
J. R.: Supongo que será mejor que me vaya.
V: Sí.
J. R.: [Parpadeo rápidamente]. Cuídate.
V: Sí. Tú también.
Salgo del taller mientras se escucha el siseo que produce su mano resplandeciente al entrar en contacto con el metal. Avanzo más lentamente que cuando venía, tal vez porque tengo la esperanza de que él cambie de opinión y salga a buscarme y al menos… Bueno, ¿qué podría hacer? En realidad, nada. Yo soy la que aspira a que haya una unión entre nosotros, pero él no parece interesado.
Mientras camino sin prisa, con la taza vacía y la servilleta arrugada en la mano, me siento sinceramente deprimida. Las relaciones requieren un esfuerzo, claro. Pero primero hay que tener una relación para poder trabajar en ella. V y yo nunca hemos tenido química, y estoy empezando a darme cuenta de que nunca la tendremos. Y no es que no me guste. Todo lo contrario.
Para mí, V es como los diamantes. Puedes sentirte impresionada y cautivada por uno y querer mirarlo durante horas, pero él nunca te buscará ni hará que te sientas bienvenida. Al igual que V, un diamante no existe para brillar y deslumbrar, ni tiene que ver con la persona que lo compró para ponerlo en la mano de otra persona, esas funciones sólo son consecuencias secundarias de la increíble presión que se ejerce sobre sus moléculas. Todo ese brillo proviene exclusivamente de la dureza de su ser.
Y los dos seguirán viviendo durante muchos años más después de que todos nos hayamos marchado de este mundo.
AMANTE DESATADO
Personajes
Vishous
Doctora Jane Whitcomb
Phury
John Matthew
Wrath y Beth
Butch y Marissa
Zsadist y Bella
Cormia
La Directrix
Amalya (quien se convierte en la nueva Directrix de las Elegidas)
Layla
Qhuinn
Blaylock
Rehvenge
Xhex
Doctor Manny Manello
La Virgen Escribana
Payne
El Sanguinario
Grodht, soldado del campamento de guerreros
Lugares de interés (todos en Caldwell, NY, a menos que se indique otra cosa)
Hospital Saint Francis
Mansión de la Hermandad, ubicación desconocida
La Tumba
ZeroSum (calle Trade esquina con la calle Décima)
Casa de Jane
Edificio Commodore
El Otro Lado (el santuario de las Elegidas)
Resumen
Vishous, hijo de la Virgen Escribana, se enamora de la doctora Jane Whitcomb, la cirujana humana que le salva la vida después de que le disparara un restrictor.
Primera línea: Este cuero no me convence para nada.
Última línea: Y sin decir más se desmaterializó de regreso a la vida que le habían concedido, la vida que estaba llevando… esa vida por la que daba