que si todavía estuviera en malos términos con la bestia, ahora mismo me sentiría fatal. Pero no estoy tan mal, y me habré recuperado completamente dentro de unas tres horas. Todavía tendré indigestión, pero esos horribles dolores corporales ya no duran tanto. [Sacude la cabeza]. Sin embargo, tengo que decir que aunque siguiera siendo tan duro como al principio, lo soportaría agradecido, porque gracias a eso tengo a mi Mary. Así que aunque la bestia me parta en dos para salir a flote, siempre y cuando yo pueda volver a mi estado normal para estar con ella, estoy conforme. ¿No?
J. R.: Eso es muy hermoso.
Rhage: Al igual que ella.
J. R.: Hablando del tema de pareja… He oído que tú y ella…
Rhage: ¿Estamos pensando en un bebé? [Risas]. Sí, así es. Imagínate. La cosa es que todavía no tengo claro cómo hacerlo. Puede haber una oportunidad, ya veremos. Por ahora sólo estamos hablando del asunto.
J. R.: [Como no quiero presionar…]. Bueno, creo que seríais unos padres estupendos.
Rhage: ¿Sabes? Yo también. Hay ciertos temas que tenemos que resolver. Entre ella y yo… Mary es…
J. R.: ¿Qué?
Rhage: [Sacude la cabeza]. No, es un asunto privado. En todo caso, si ocurre, sería genial y, si no ocurre, no voy a echar en falta nada porque la tengo a ella. Quiero decir, mierda, mira a Tohr.
J. R.: Tohr no está muy bien, ¿verdad?
Rhage: No, no lo está. Y, para serte sincero, es terrible para todos nosotros. La cosa es que es imposible no ponerse en su lugar, porque él es nuestro hermano y sentimos lo que está sufriendo, y no quisiéramos verlo sufrir así. Y es inevitable pensar en uno mismo. Yo sin Mary… [Cierra los ojos y aprieta la boca]. Sí, ¿qué más me ibas a preguntar?
En medio del silencio que sigue, pienso en lo que deben pasar las shellans cada noche cuando sus machos salen a pelear. Es triste pensar que ese sufrimiento tiene cara inversa. Sin sus compañeras, los hermanos son como muertos vivientes y eso debe de ser igual de aterrador para estos fuertes guerreros. Hasta cierto punto, Rhage no tiene que preocuparse por perder a Mary, pero debe de ser difícil vivir entre tipos que no son tan afortunados como uno.
Antes de que pueda hacer alguna pregunta insulsa, como si todavía sigue en pie la guerra de bromas con V, se oye un golpecito en la puerta. Antes de abrir, Rhage deja escapar una especie de rugido suave, así que no me sorprendo cuando veo entrar a Mary. Como siempre, Mary va vestida con unos pantalones de dril y una camiseta, pero su llegada le hace revivir a Rhage como si fuera Miss América vestida con un despampanante traje de gala. Mary también parece accionar algún tipo de interruptor dentro de Rhage. Él la mira de verdad y se concentra en ella completamente. Y aunque suele coquetear con todo el mundo, con ella se comporta con mucha seriedad, dándome a entender que ella es la verdadera excepción y el resto sólo somos la regla.
Ah, y ese olor de macho enamorado parece rugir de verdad. ¿He dicho que el olor de Rhage es magnífico?
Mary y yo nos saludamos y, cuando Rhage se levanta del colchón y tiende los brazos hacia ella, me doy cuenta de que ya somos demasiados en ese cuarto. Así que cuando él la envuelve entre sus enormes brazos, yo intercambio unas palabras con Mary y doy media vuelta para salir.
Rhage pronuncia mi nombre con voz suave y yo miro por encima del hombro. Mientras me mira por encima de la cabeza de Mary, Rhage me dedica una sonrisa triste. Como si pensara que le ha tocado la lotería al encontrar a esa compañera y no pudiera entender por qué precisamente él ha tenido tanta suerte. Yo hago un gesto de asentimiento… y los dejo solos.
AMANTE ETERNO
Personajes
Rhage
Mary Madonna Luce
John Matthew, alias Tehrror (la reencarnación de Darius)
Zsadist
Phury
Bella
Wrath y Beth
La Virgen Escribana
Señor X, el jefe de los restrictores
Señor O(rmond)
Señor E, que termina colgado de un árbol
Caith, vampira que tiene sexo oral con Vishous en One Eye
Doctora Susan Della Croce, oncóloga de Mary
Rhonda Knute, directora ejecutiva de la Línea directa de Prevención de Suicidios.
Nan, Stuart, Lola y Bill, empleados de la Línea
Amber, la camarera de T.G.I. Friday’s
Lugares de interés (todos en Caldwell, NY, a menos de que se indique otra cosa)
Oficinas de la Línea directa de Prevención de Suicidios, en la calle Décima
One Eye, bar a las afueras de Caldwell, saliendo por la carretera 22
T.G.I. Friday’s, en la plaza Lucas
Casa de Mary, que es un granero adaptado, ubicado en un extremo de la propiedad de Bella
Granja de Bella, localizada en una calle privada que sale de la carretera 22
Casa de Tohr y Wellsie
Apartamento de John
Centro de entrenamiento de la Hermandad, bajo la mansión de Darius (que ahora es de Beth), ubicación desconocida
Cabaña del señor X, a las afueras de Caldwell
Centro de persuasión de la Sociedad Restrictiva, al este de la Montaña Big Notch, a treinta minutos en coche del centro
Resumen
Rhage, el miembro más peligroso de la Hermandad, se enamora de una humana que se está muriendo y que es la única que puede dominar a la bestia que lleva dentro y domar su corazón.
Primera línea: Ah, diablos, V, me estás matando.
Última línea: Y deleitándose en el inmenso amor.
Publicado en: septiembre de 2007
Número de páginas: 448
Número de palabras: 125.574
Primer borrador escrito en: diciembre 2004-agosto 2005
Comentarios sobre el proceso de escritura
Los hombres (machos) perfectos no me resultan tan interesantes. Ya saben de cuáles estoy hablando, de los que parecen pavos reales y se pasean por todas partes exhibiendo sus atributos y sus talentos. Los tíos superapuestos, de dientes blancos y sonrisas amplias, que exudan confianza sexual (como si tuvieran entre los bóxers un verdadero cohete). Bueno, esos tipos siempre me han dejado indiferente.
Mientras estaba escribiendo Amante oscuro, Rhage me pareció uno de esos machos perfectos por los cuales yo no daría ni un centavo. Era tan fanfarrón y suficiente, y tenía tanto éxito con las mujeres, que realmente no lo sentía como un héroe. Después de todo, ¿qué tipo de desarrollo podría tener alguien así? Un tipo fabuloso conoce a una chica. Un tipo fabuloso consigue a la chica. Un tipo fabuloso se queda con la chica y sigue con ella y luego ella se queda más tiempo porque, vamos, él es el Hombre Perfecto y a ella le gusta tener relaciones con las luces encendidas.
El argumento habría llegado a su fin en el segundo capítulo. Principalmente por ser un aburrimiento. Me refiero a que ¿cuál es el final feliz para una pareja así? Ella instala espejos encima de la cama matrimonial y él… Bueno, demonios, él ya es feliz porque es perfecto.
La verdad era que estaba descontenta con la idea de que el segundo libro de la serie fuera el de Rhage.
Descubrí que, después de Wrath, él sería el siguiente cuando llevaba escrito un poco más de la mitad de Amante oscuro. Lo tuve totalmente claro durante aquella escena en las habitaciones subterráneas de la casa de Darius, en la que Beth le sirve a Rhage unos Alka-Seltzer y lo consuela, mientras él trata de recuperarse de una aparición de la bestia. Cuando estaba escribiendo esas páginas, comencé a tener visiones de lo que sería el libro de Hollywood: vi a Rhage y a la bestia y supe lo difícil que era para él vivir con esa maldición. Vi que, para él, el sexo resultaba vacío, y sólo tenía una manera de mantenerse a flote. Lo vi enamorarse de Mary y sacrificarse por ella.
Rhage no era perfecto. Sufría. Luchaba.
Cuando terminé de hacer el esbozo de su historia, Rhage no sólo me interesaba sino que lo adoraba. Era mucho más atractivo por el hecho de que él y su vida no eran el paraíso de un playboy.
Lo cual me lleva a la regla número seis: El conflicto es el rey.
Una de las cosas que creo que funciona bien en Amante eterno es el conflicto. Mary y Rhage deben superar una gran cantidad de obstáculos para estar juntos: tienen que enfrentarse a la enfermedad de Mary; lidiar con el hecho de que ella es humana y él no; hacer las paces con la bestia de Rhage y descubrir qué es lo que él debe hacer para controlarla, y superar la transición de Mary al mundo de la Hermandad. Cada vez que logran salvar uno de esos obstáculos, se vuelven más fuertes.
Miremos, por ejemplo, la recurrencia a la leucemia de Mary. Al final del libro, cuando ya está claro que a ella no le queda mucho tiempo, Rhage recurre a la Virgen Escribana y le ruega que salve a la mujer que ama. La Virgen Escribana considera la solicitud y le presenta una solución terriblemente dolorosa. Le dice a Rhage que rescatará a Mary de su destino y, por lo tanto, de las garras de la muerte, pero, a cambio, para preservar el equilibrio del universo, Rhage debe conservar la maldición de su bestia por el resto de su vida y no volver a ver a Mary. Además, Mary no lo recordará a él ni el amor que han compartido:
—Me estás quitando la vida.
—De eso se trata —dijo ella suavemente—. La cara y la cruz, guerrero. Tu vida, simbólicamente, por la de ella, físicamente. Debe conservarse el equilibrio, hay que hacer sacrificios a cambio de los dones. Si voy a salvar a una humana por ti, debe haber un profundo compromiso por tu parte. Cara y cruz.
Amante eterno, CAPÍTULO 49
Es un conflicto interno muy serio. Rhage tiene el poder de salvar la vida de Mary, pero sólo si paga un alto precio.
El conflicto es como el microscopio de un libro. Cuando se aplica a un personaje se puede ver lo que está debajo de las narrativas de la descripción física. Se ve si alguien es fuerte o débil, si tiene principios o es indiferente, si es un héroe o un villano.
En el intercambio entre la Virgen Escribana y Rhage acerca de la enfermedad de Mary, el conflicto de Rhage es externo, porque es algo que una tercera persona le está imponiendo —en este caso la Virgen Escribana, a través de su propuesta—, y al mismo tiempo es interno, porque él debe poner en la balanza el inmenso deseo que tiene de deshacerse de la bestia y el amor que siente por Mary. Rhage demuestra ser un héroe porque sacrifica su propia felicidad en beneficio de su amada y, a un nivel más amplio, es la culminación de su transformación del macho egocéntrico que es en el tipo generoso y compasivo en que se convierte.
¿Ven por qué terminé adorándolo?
El conflicto es absolutamente crítico en toda historia. Y la forma como se desarrolla es, para mí, el tablero de ajedrez sobre el cual se mueven los personajes del libro: lo que hacen y los lugares a donde van para buscar la solución es tan significativo como lo que los pone entre la espada y la pared.
Regla número siete: La sorpresa verosímil es la reina que acompaña al rey conflicto.
Para un autor, la sorpresa verosímil es el movimiento decisivo del juego. Muchas cosas son sorprendentes, pero si no cuentan con un contexto que les dé peso, no resultan verosímiles. Para que una solución funcione se necesitan las dos partes: un conflicto verdaderamente fuerte y un resultado impredecible pero verosímil.
Tomemos, por ejemplo, el resultado final de Amante eterno. Cuando Rhage acepta el trato que le ofrece la Virgen Escribana