de la casa de Darius, recién salida de la transición. Ella se está preguntando cómo se irá a portar Wrath con ella frente a sus hermanos y está preparada para hacerse la indiferente cuando llega al comedor donde están los guerreros. Pero resulta que Wrath no tiene ningún problema con las demostraciones públicas de afecto y la abraza delante de toda la Hermandad, que queda boquiabierta, pues nunca habían visto a Wrath con una hembra. Después de explicarles en Lengua Antigua lo que ella significa para él, se va a buscar los dos manjares que ella desea con locura: chocolate y tocino, y entonces los hermanos la saludan de una manera especial:
Las sillas fueron arrastradas hacia atrás, los cinco hombres se levantaron al unísono y empezaron a acercársele.
Ella miró hacia los dos que conocía, pero las severas expresiones de sus caras no la tranquilizaron.
Y, de repente, aparecieron los cuchillos.
Con un silbido metálico, cinco dagas negras fueron desenfundadas.
Ella retrocedió frenéticamente tratando de protegerse con las manos. Se golpeó contra la pared, y estaba a punto de gritar llamando a Wrath, cuando los hombres se dejaron caer de rodillas formando un círculo a su alrededor. Con un solo movimiento, como si hubieran ensayado aquella coreografía, hundieron las dagas en el suelo a sus pies e inclinaron la cabeza. El fuerte sonido del acero al chocar contra la madera parecía tanto una promesa como un grito de guerra.
Los mangos de los cuchillos vibraron.
La música rap continuó sonando.
Parecían esperar de ella alguna respuesta.
—Hmm. Gracias —dijo.
Los hombres alzaron la cabeza. Grabada en las duras facciones de sus rostros había una total reverencia, e incluso el de la cicatriz mostraba una expresión respetuosa. Y entonces entró Wrath con una botella de chocolate Hershey.
—Ya viene el tocino. —Sonrió—. Oye, les gustas.
—Gracias a Dios —murmuró ella, mirando las dagas.
Amante oscuro, CAPÍTULO 37
Ahí los hermanos están saludando a su nueva reina y, aunque Beth todavía no es consciente del papel que va a representar en el futuro, en realidad es como si pasara por dos transiciones esa noche: la primera es la de convertirse en vampira y la segunda es su entrada al mundo privado de Wrath y la Hermandad como su leelan, su amada.
¿Una de las escenas más eróticas del libro? Aparte de la primera vez que tienen relaciones sexuales, creo que es cuando están en una cita en la casa de Darius. La noche comienza mal (gracias, entre otras cosas, a que Wrath tiene una discusión con Tohr, después de la cual Tohr le dice aquello de: «Bonito. Traje. De mierda»). Sin embargo, el momento privado de la pareja termina con… Bueno, Wrath está hablando sobre lo mucho que le gustan los melocotones. El ambiente va pasando del mal humor y la tensión a la sensualidad con esto:
Beth se inclinó hacia delante en su silla, abrió la boca, poniendo los labios alrededor de la fresa, tomándola entera. Los labios de Wrath temblaron al verla morder, y cuando un poco del dulce jugo escapó y goteó hacia su barbilla, soltó un silbido ahogado.
—Quiero lamer eso —murmuró por lo bajo. Se estiró hacia delante, pero consiguió dominarse. Levantó su servilleta.
Ella puso su mano en la de él.
—Usa tu boca.
Un sonido grave, surgido de lo más profundo de su pecho, retumbó en la habitación.
Wrath se inclinó hacia ella, ladeando la cabeza. Ella captó un destello de sus colmillos mientras sus labios se abrían y su lengua salía. Lamió el jugo y luego se apartó.
La miró fijamente. Ella le devolvió la mirada. Las velas parpadearon.
—Ven conmigo —dijo él, ofreciendo su mano.
Amante oscuro, CAPÍTULO 26
¿La escena más conmovedora? Para mí, tiene que ser la escena en la clínica de Havers, al final. Wrath todavía está bastante grave, después de haber recibido un tiro en el estómago, y acaba de salir del coma. Beth está tratando de comunicarse con él, porque parece agitado y nervioso, pero le cuesta trabajo hablar. Ella le pregunta si necesita que llame al médico o quiere algo de comer, o de beber, o si necesita sangre, pero nada de eso es lo que él está buscando:
Los ojos del vampiro se fijaron en sus manos entrelazadas. Luego su mirada se dirigió al rostro de ella.
—¿A mí? —susurró ella—. ¿Me necesitas a mí?
Él apretó su mano.
—Oh, Wrath… A mí ya me tienes. Estamos juntos, mi amor. Las lágrimas le caían como un torrente embravecido, el pecho le temblaba debido a los sollozos, la respiración era entrecortada y ronca. Ella cogió su cara entre las manos, tratando de sosegarlo.
—Todo va bien. No voy a ninguna parte. No te dejaré. Te lo prometo. Oh, mi amor…
Finalmente las lágrimas disminuyeron, y recobró un poco la calma.
Un graznido salió de su boca.
—¿Qué? —Beth se inclinó.
—Quería… salvarte.
—Lo hiciste, Wrath, me salvaste.
Los labios de Wrath temblaron.
—Te… amo.
Ella lo besó suavemente en la boca.
—Yo también te amo.
—Tú. Vete a… dormir. Ahora.
Y luego cerró los ojos a causa del esfuerzo.
A ella se le nubló la visión cuando él le puso la mano en la boca y empezó a sonreír. Su hermoso guerrero estaba de vuelta. Y trataba de darle órdenes desde su cama de enfermo.
Amante oscuro, CAPÍTULO 51
Creo que eso dice todo lo que hay que decir sobre ellos. Así que lo dejaré ahí.
Amante oscuro fue la plataforma de lanzamiento de todos los hermanos y no sólo de Wrath y Beth. Tenía muy claro, incluso en esa época, hacia dónde se dirigían los siete hermanos originales y quién más se iba a unir a sus filas. Y, como con todos los libros, allí comenzaron las líneas narrativas de tramas que tardarían varios años en ver la luz. Pero eso no se debe a que yo sea brillante, sino a que las escenas fueron aterrizando en mi cabeza, a pesar de que sólo tendrían lugar mucho después.
Como ya he dicho, la historia de Wrath es el libro del que me siento más orgullosa; fue un comienzo totalmente nuevo, que fue, por primera vez, absolutamente fiel a lo que había en mi cabeza. Me sorprendería que alguna vez vuelva a hacer algo como eso y llegue hasta donde llegué. Wrath representó un cambio de 180 grados en lo que se refiere a tema, tono y voz, unido a un increíble esfuerzo de mi parte en términos del oficio, escrito en un momento en que básicamente no tenía trabajo.
Estoy realmente agradecida por el hecho de que Wrath haya aterrizado y haya traído a los hermanos con él. Su libro está dedicado a él, por una buena razón.
Rhage, hijo de Tohrture
Alias Hal E. Wood
Quería sugerirle otra palabra que decir, algo como «exquisito»,
o «susurro», o «lujuria».
¡No!, «esternocleidomastoideo» sería ideal.
Amante eterno, CAPÍTULO 8
Edad: 165 años.
Fecha de ingreso en la Hermandad: 1898.
Estatura: 2,2 m.
Peso: 127 kg.
Color de pelo: Rubio.
Color de los ojos: Azul verdoso como la luz de neón.
Señales físicas particulares: Tatuaje de un dragón multicolor de inmensas garras que le cubre toda la espalda; cicatriz de la Hermandad en el pectoral izquierdo; el nombre «Mary Madonna» tallado en la piel a lo largo de la parte superior de la espalda y los hombros, en escritura antigua.
Nota: Posee un dragón interior que sale cuando está bajo presión, debido a un castigo impuesto por la Virgen Escribana (que ha mantenido con el fin de salvar a Mary). Ahora es capaz de ejercer un poco de control sobre su álter ego, que ha sido domesticado por su shellan.
Arma preferida: Su bestia.
Descripción: «[…] se movía como un depredador, sus anchos hombros se balanceaban siguiendo los vaivenes de su andar y la cabeza giraba de un lado a otro, explorando. Ella tuvo la incómoda sensación de que si él quisiera, podía matar a todos los presentes sin usar más arma que sus manos».
Amante eterno, CAPÍTULO 11
Compañera: Mary Madonna Luce.
Preguntas personales (respondidas por Rhage)
Última película que viste: La vie en rose. (Por culpa de Mary, dijo que era necesario compensarla por mi festival de Bill Murray).
Último libro que leíste: La oruga hambrienta, de Eric Carle (leído a Nalla).
Programa de televisión favorito: Flavor of Love, Rock of Love, o cualquier cosa del canal de cocina. P. S. Quiero que Sexo en Nueva York regrese otra temporada.
Último programa de televisión que viste: Talk Soup.
Último juego que jugaste: No quieres saberlo.
Mayor temor: Perder a Mary.
Amor más grande: Mary.
Cita favorita: «Mangia bene!».
Bóxer o calzoncillos: ¡Lo que sea que a Mary le guste quitarme!
Reloj de pulsera: Rolex Presidencial de oro.
Coche: GTO morado.
¿Qué hora es en estos momentos?: 6 p. m.
¿Dónde te encuentras?: En la cama, desnudo.
¿Qué llevas puesto?: Ver respuesta anterior.
¿Qué clase de ropa hay en tu armario?: Ropa negra, pantalones de cuero para pelear, ropa blanca para ir a ver a la Virgen Escribana. Y una solitaria camisa hawaiana que Mary está tratando de que me ponga. Bueno, no es una camisa hawaiana, pero es como azul y, sinceramente, el color me causa sarpullido cuando se trata de la ropa. Sin embargo, ella quiere sobornarme para que la use, ¡lo cual siempre es divertido!
¿Qué fue lo último que comiste?: Tortitas con mantequilla y jarabe de maíz; una enorme taza de café; seis salchichas; patatas al horno; una caja de fresas; un pan de canela con crema de queso; una naranja partida por la mitad (me comí las dos mitades) y tres pasteles de cereza. Y ya tengo un poco de hambre.
Describe tu último sueño: Digamos para abreviar que me di la vuelta y lo representé en vivo hará una media hora. (Soy un chico muy malo).
¿Coca-Cola o Pepsi-Cola?: Coca.
¿Audrey Hepburn o Marilyn Monroe?: Supongo que Marilyn Monroe. Pero es totalmente irrelevante, y no porque las dos ya se hayan muerto. Mi hembra es Mary.
¿Kirk o Picard?: Kirk. Él era el donjuán del espacio, joder, aplausos por eso.
¿Fútbol o béisbol?: Fútbol, porque es un deporte de contacto.
La parte más sexy de una hembra: Depende de mi estado de ánimo… supongo que soy omnívoro. Lo cual significa que me gusta mordisquear… cualquier cosa.
¿Qué es lo que más te gusta de Mary?: El sonido de su voz. La manera como se puede acostar a mi lado en la cama y hablarme en medio de la oscuridad del día, y yo sé que estoy a salvo.
Las primeras palabras que le dijiste a Mary: «¿Quién eres tú?».
Su respuesta fue: «Me llamo… me llamo Mary. Estoy aquí con un amigo».
Último regalo que le hiciste: Una rosa blanca anoche. Ella estaba encantada. Verás, no es una hembra a la que le guste la ostentación, mi Mary Madonna. Sí, bueno, le compré un anillo de compromiso antes de nuestra ceremonia de apareamiento, porque ella es humana y eso es lo que hacen los humanos. Es un diamante, porque, ya sabes, sólo lo mejor para mi Mary. Tiene siete quilates. Perfecto. Fritz me lo compró en Manhattan, en el Distrito de los Diamantes. Cuando se lo di, Mary lo agradeció con cortesía, pero lo tiene guardado en un cajón. ¿Qué lleva en el dedo? Un sencillo anillo de oro. V nos hizo uno a cada uno porque, como ya dije, Mary es humana y quería que lleváramos anillos después de la ceremonia de apareamiento. Curioso, no entendía todo el asunto del anillo antes de tener uno. Me refiero a que, nosotros, los vampiros machos, nos grabamos el nombre en la piel para indicar que tenemos compañera. Pero lo genial del anillo es que la gente lo puede ver incluso cuando estás totalmente vestido. Yo siempre llevo el mío, a menos que esté en el campo combatiendo.
Lo más romántico que has hecho por ella: